Habiendo nacido a comienzos de los '80, soy de la generación que vivió (y se adaptó) a los cambios tecnológicos más profundos que sucedieron en las últimas décadas.
Soy de la generación que incorporó, en su adolescencia "tardía", los ladrillos móviles (también llamados celulares), la conexión a internet a través de la línea telefónica, los mensajeros como ICQ o Messenger, el correo electrónico o el discman. Soy de la generación que en el colegio secundario tuvo mecanografía en una computadora y no en una máquina de escribir (de hecho jamás he usado una).
Me atrevo a decir que soy de la generación que fue la primera que tuvo que adaptarse , e incluso promover, los primeros trabajos en los paquetes office. Sentíamos un placer indescriptible cuando pudimos enviar correos electrónicos, o cuando nuestros celulares podían enviar y recibir mensajes de texto.
Whatsapp, twitter, youtube, la tablet, el Ipod o el Iphone llegaron como algo que, hoy por hoy, son imprescindibles. Tal es así que, actualmente, resulta casi imposible imaginar a las relaciones interpersonales, el trabajo, el ocio y a la vida misma sin ellos.
Son herramientas muy poderosas, aprovechémosla y démosle el lugar que se merecen en nuestras vidas!
Soy del 87, asique generacionalmente la revolución digital me atraveso de forma similar, entre los primeros "nativos digitales".
ResponderEliminarMe parece interesante la reflexión final sobre darle a las tecnologías el lugar que se merecen en nuestras vidas, y a preguntarme a su vez ¿cuál es ese lugar? Creo que pueden ser valiosas herramientas en tanto no monopolicen nuestro tiempo y atención.