lunes, 26 de agosto de 2019

¿Qué evalúo?

Esta pregunta es, seguramente, una de aquellas que siempre que nos sentamos a "diseñar" un parcial o final nos hacemos por varias razones, a saber:

1) porque necesitamos estar seguros que nuestras evaluaciones son representativas de los temas que hemos visto con los alumnos

2) porque necesitamos estar seguro que abarcamos aquellos puntos relevantes o importantes y que, deseamos o esperamos, el alumno se lleve incorporado luego del cursado

3) porque queremos que la evaluación no sea una instancia traumática, sino que buscamos que sea una instancia más en donde podamos saber donde "están ubicados" los alumnos en el proceso enseñanza - aprendizaje

4) porque muchas veces una evaluación se convierte en una carga pesada para administrar y corregir, sobre todo en cursos numerosos

5) porque buscamos "cierto" criterio de justicia y eliminar subjetividades

6) por muchas "otras cosas" (en este punto, el lector podrá agregar todas las razones que considere oportunas para la pregunta ¿Qué evalúo?)

Bueno, por suerte, en este camino de TIC que hemos comenzado a desandar, nos encontramos con las rúbricas y las guías de evaluación.

Particularmente, me resultaron muy interesantes ambas herramientas porque, más allá de la configuración en MOODLE (o en la herramienta que se esté utilizando), es una guía paso a paso de qué es lo que quiero evaluar y cómo voy a realizarlo.

Evidentemente, puede resultar un tanto tedioso al principio tener que diseñar una rúbrica o una guía de evaluación además de la actividad en sí. Sin embargo, creo que consciente, o inconscientemente, todos realizamos algo similar (no tan estructurado) en nuestras mentes o en nuestros borradores, cuando armamos una actividad de evaluación.

Ademas la ventaja principal es que se "estandariza" la corrección de los exámenes, brinda certidumbre al alumno y les permite conocer anticipadamente qué vamos a evaluar y de qué forma se vá a hacer.

Hoy las generaciones de estudiantes necesitan información y es mejor que esa información la tengan en el principio del proceso. 

Por supuesto, la teoría muestra todo en estado de perfección absoluta, implementar este tipo de forma de evaluación generará marchas y contramarchas en nuestras cátedras o espacios curriculares. No es fácil, las actividades 6 y 7 me costaron mucho, pero hay que animarse y arrancar...

Particularmente, seré uno de los principales propulsores en la cátedra donde participo para que utilicemos este tipo de herramientas...

Nos vemos en la próxima entrada...

No hay comentarios:

Publicar un comentario